La Sombra del Trauco
La Sombra del Trauco En los rincones más oscuros de los bosques chilenos, donde los árboles susurran secretos y la oscuridad se espesa como un manto, la leyenda del Trauco cobra vida, tejiendo una trama de horror que arroja sombras inquietantes sobre aquellos que se aventuran en la penumbra. El Trauco, una figura diminuta y horrenda, se desplaza sigilosamente entre los árboles. Sus ojos, profundos como abismos, destilan malicia. Su rostro está envuelto en sombras, solo susurros de su presencia traen consigo un escalofrío que serpentea por la espina dorsal. Cuentan que el Trauco no es solo una entidad maligna, sino un encantador astuto que utiliza su apariencia engañosa para seducir a las almas desprevenidas. Se mimetiza con la maleza, adoptando la apariencia de un leñador apuesto, con un sombrero que oculta su rostro y una pipa que exhala un humo oscuro, como si fuera el aliento mismo de la noche. Las mujeres, especialmente, son su objetivo. En la quietud de la noche, el Trauco susur